Caminando iba yo, cuando por esas casualidades de la vida, comienza a llover.
Me encamine deprisa, para no empaparme y llegué a un tejado.
En él un montón de personas se acobijaban de la lluvia.
Miré a mi alrededor y seguí mi camino, pero bajo la lluvia pues ya no me importaba aquella.
Levanté mi cabeza hacia el cielo y contemple que entre las nubes se asomaba una mínima luz,
que con el tiempo se empezó a agrandar, hasta despejarse por completo.
Esas personas que se habían acobijado en ese antiguo tejado, siguieron su viaje, ya que no llovía más.
Mi pregunta es, ¿por que a la mayoría de las personas se resguarda de la lluvia?, si es tan hermosa.
¿Por que será que ignorarán la naturaleza misma, en todo su esplendor?
Al llegar a mi casa reflexioné sobre aquello,
pero al mismo tiempo me percate que había agarrado un feo resfriado, creo que es uno digno de la naturaleza.
Génesis
sábado, 9 de marzo de 2013
domingo, 3 de marzo de 2013
Mi destino
Iba por la calle caminando, observando a mi alrededor.
Los niños jugaban con un grifo de agua,
se veían muy felices, cantaban y se ensuciaban.
Mi camino siguió por la calsada,
hasta que llegué a una casa, estaba oscura y sucia.
Me asomé por una ventana y vi mí reflejo en ella.
En ese minuto supe que esa fue mi vida.
Esos niños fueron mi infancia y el largo trayecto
me llevó por la miseria, hasta encontrarme con mi
destino insólito... la soledad.
Génesis Bravo.
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